Sábado, día 29 de marzo de 2008. Vuelta a casa, vuelta a São Paulo. Pilas cargadas, montones de fotos y millones de imágenes en la mente. Para mi, para siempre: Amazonas, naturaleza y su gente. Jeri, playas, arena, sol y descanso. Borja, mi compañero, su compañera.
São Paulo de nuevo. Compras, paseo, buena cena y un poquito de fiesta... Domingo agridulce, de resaca, sin sentir ni padecer. Tráfico al aeropuerto, colas y más colas. El país de las filas. Sonrisas acompañadas de mucha tristeza y sobre todo de incertidumbre por la fecha la próxima visita. Fecha y lugar.
Vacaciones extrañas. Vacaciones en el país donde estoy viviendo esta experiencia. No sabe igual que cuando te mueves desde España, no sé porqué. Pero diferente, inolvidable.
Reencuentro con mis compañeros de fatigas... esperándome para ir al Odoborogodó, la casa de samba del barrio, éxito asegurado, que siempre consigue hacerme olvidar las penas. Gente nueva, Juan el gallego en mi casa, nuevos sitios, un punto y coma, una nueva etapa, el siguiente medio año en São Paulo.
Aqui terminan mis vacaciones con Borja. Ahora comienzan mis vacaciones solita, con la gente de aqui, mi nueva familia. En paz con el mundo, tranquila. Bien.
1 comentario:
Eva, te escribo desde Argentina, y por lo que puedo apreciar de tu blog, te estas pasando una buena vida en Brasil. Yo estoy con ciertas dudas con respecto a Sao Paulo, de si es una ciudad segura, violenta, donde te perdes todo el tiempo dada a su grandes dimensiones, cuan extraordinarimente cara es, seria de gran ayuda si me podrias comentar un poco, como es la vida en Sao Paulo
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