Pueblito tranquilo, no demasiado bonito… y con poco que ofrecer. Eso sí, montaña, aire puro y buena comida.
El tema del aire puro es importante. En São Paulo hemos estado más de 1 mes sin lluvias, y el aire se podía cortar con un cuchillo. Cielos azules, pero una capa de mierda infernal… gargantas irritadas y dolor en la nariz! Sí, como suena, el tabique ardiendo, dolorido… así que no quiero imaginarme lo que eso ha hecho en mi salud, pero bueno, no voy a ser agonías porque bastante mala vida estoy llevando aquí…
El viernes llegamos, tras comernos un atasco tremendo a la salida de São Paulo, con pocas ganas de nada. Cenita rica, por fin pescado!! Trucha, que es típica de esta zona… básicamente he comido y cenado trucha todo el finde!!!! A lo que iba… cenita y copichuela en el pueblo más chick de Brasil… Campos de Jordão… yo ya había estado, pero no deja de sorprenderme el pueblito de marras.
La gente bonita paulista, sale en plan pase de modelos… a mostrar la ropa de invierno que usan dos días al año… con 10º la gente sale a la calle como para ir a esquiar, es de lo más ridículo.
El sábado paseitos por la naturaleza, montar a caballo y buena comida… trucha y fondues varias y variadas….
La noche se dio bien. Otra vez en Campos de Jordão… pufff, a lo tonto a lo tonto la liamos mucho. Me lo pasé realmente bien.
Domingo resacoso y de vuelta a la realidad. Al frío y poco acogedor São Paulo, al menos ha llovido y parece que el ambiente es más saludable… pero he vuelto a tener esa sensación fea que tenía los primeros meses cuando volvía de viaje… no sé ni explicarlo… entrada a la ciudad atascada, día gris, otra vez las aceras rotas, el caos, los paulistanos, su estética, la comida aburrida, mi ducha medio fría, la lavadora que no lava… ummm, es lo que toca, fin de fiestas y mañana a trabajar.
Beijos nos morros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario