Por quinto fin de semana este año he vuelto a Rio de Janeiro... equipo de lujo: Lecue, Marqués y Juan... por ahí también Enrique y Lana.
Plan de fiesta, cómo no. Viernes en Barra de Tijuca... lugar de gente bien... pijismo a tope. Resaca en la playa, cerveceo... y el sábado llegó la guinda... fiesta Funky en la favela Rio das Pedras, en la discoteca "Castelo das Pedras".
Habéis visto la película "Tropa de elite"?? bueno, pues me sentía dentro de la película.
Fuimos con algunos cariocas amigos de Lana, así que conseguimos coger un camarote, que no es más que un espacio reservado para unas 10-15 personas, con tu neverita (típica de playa) para tener frescas las cervezas y poder ver "los toros desde la barrera" porque la pista de baile era una auténtica locura, sólo bajar a comprar cervezas se convertía en un suplicio.
Yo flipaba, simplemente he flipado, aún lo pienso y se me ponen los pelos de punta... buen rollito, la gente feliz, a su bola... eso sí, antes de entrar al garito registro y nada de cámara de fotos y por supuesto unos cuantos gorilas que ante cualquier movida cogían a los macarrillas del cuello y para fuera.
Qué ritmo, parecía que se desmontaban... mucho gorrilla sin camiseta y cadenas gordísimas al cuello... las niñas con miniminimini-shorts y mini-tops... todos morenitos y alegres...
Como he dicho no he podido hacer fotos, pero dejo un vídeo de youtube que se acerca mucho mucho a lo que viví esa noche:
Así que ya veis, finde en Rio completamente diferente. Acojonante. Me dolía la cara de tanto sonreír, de verdad, sentirte dentro de un evento tan de película es tremendo.
Impresionante.
El domingo reenganché con Cris y sus padres que llegaban también a Rio... así que cambio de apartamento y hasta el lunes noche, de paseíto, cerveceo y buen comer... ¿Qué más se puede pedir?
Como muy bien dice el marqués, estar aquí con cara larga es delito. Un año de vivencias pagadas. Experiencias ganadas.
Dejo aquí unos párrafos de Edu (en Kiev) que me han gustado un montón:
http://edurejon.blogspot.com/2008/09/desolador.html
Las convocatorias del Icex para participar en sus becas aparecen cada año en el mes de junio. Cada uno tiene unos motivos para apuntarse. Hay quien en ese mes, lleva todo un año de trabajo o de estudio, y está quemado de la misma rutina de todos los días, ha escrito “becas icex” en google, y se tira una mañana de improductivo trabajo saltando de blog en blog de gente que aunque sea 5 años mayores que ello parecen 10 años más jóvenes, todos sonrientes, muchos muy morenitos, aunque la entrada del post sea el 4 de febrero, y la mayoría de ellos con un fondo detrás de sus cabezas con una paletas de colores que ni con el photoshop 40.1, ni con medio metro de filtros en la cámara… Hay quien lo ve como una oportunidad increíble para hacer una master gratis y encontrar un buen trabajo y hay quién se sacó un listado de becas y ofertas de trabajo y simplemente se fue donde le dijeron que sí…
Cada uno tiene unas motivaciones. En junio. Seis meses después empiezas un master en Madrid y siete meses y medio después te dicen dónde vivirás los próximos 12 o 15 meses. En ese momento, casi 14 meses después de haberte enrolado, tienes que decidir si te vas o no… muchos no, porque ya han decidido de antemano que se irán aunque los manden a Luanda (un saludo Carlitos, crack!), y en ese momento tus investigaciones googleras se reducen al destino asignado.
De nuevo la cosa suele cambiar mucho según cuales fuesen las motivaciones que e llevaron a apuntarte… ese primer grupo, seducido por las fotos y la idea de hacerse ese erasmus que nunca se pudieron hacer en la universidad… ése, tiene las maletas preparadas desde febrero y lo que más se plantea es si meter la protección solar o comprársela en el destino… hay un segundo grupo, bastante amplio dentro de los becarios Icex, inadaptados como dije cuando os los presenté, que lleva ya varios años dando vueltas por el mundo y que, estén más o menos entusiasmados con su destino, a la hora de partir se plantean, aunque sea inconscientemente, aunque sea obligados por la cantidad de veces que se lo preguntan sus amigos de toda la vida durante el verano (hay que recordar que en el fondo somos una panda de paletos, como dije en el post anterior: los hijos de diplomáticos se sacan la oposición directamente…), si este cuarto, quinto o sexto año de tour mundial no les puede suponer convertirse en un inadaptado eterno…
En tus diferentes ciudades, en tus diferentes experiencias de inadaptado, siempre te encuentras con ese típico personaje, que lleva 20 años viviendo en diferentes sitios y que te cuenta que llega un momento en que vuelves a tu casa y ya no reconoces nada de lo que dejaste allí, que todo ha cambiado, que ya no conoces a la gente, o lo que es peor, la gente no te conoce a ti, y que por tanto sucede que más que, como cuentan los optimistas, convertirte en ciudadano del mundo, te conviertes en un apátrida, ningún sitio es más tu casa que otro, en un perfecto homeless. Que ni siquiera ya en tu propia casa, la de tus padres, encuentras ya un sitio.
Y uno siempre se pregunta en qué momento sucederá eso, si será una evolución, algo que vas asimilando y comprendiendo poco a poco o de lo que te intentas convencer para que la distancia sea más llevadero; o si por el contrario, de repente, en una de tus visitas te sientes así, fuera de lugar en la que en tu cabeza era tu casa hasta ese momento…
Plan de fiesta, cómo no. Viernes en Barra de Tijuca... lugar de gente bien... pijismo a tope. Resaca en la playa, cerveceo... y el sábado llegó la guinda... fiesta Funky en la favela Rio das Pedras, en la discoteca "Castelo das Pedras".
Habéis visto la película "Tropa de elite"?? bueno, pues me sentía dentro de la película.
Fuimos con algunos cariocas amigos de Lana, así que conseguimos coger un camarote, que no es más que un espacio reservado para unas 10-15 personas, con tu neverita (típica de playa) para tener frescas las cervezas y poder ver "los toros desde la barrera" porque la pista de baile era una auténtica locura, sólo bajar a comprar cervezas se convertía en un suplicio.
Yo flipaba, simplemente he flipado, aún lo pienso y se me ponen los pelos de punta... buen rollito, la gente feliz, a su bola... eso sí, antes de entrar al garito registro y nada de cámara de fotos y por supuesto unos cuantos gorilas que ante cualquier movida cogían a los macarrillas del cuello y para fuera.
Qué ritmo, parecía que se desmontaban... mucho gorrilla sin camiseta y cadenas gordísimas al cuello... las niñas con miniminimini-shorts y mini-tops... todos morenitos y alegres...
Como he dicho no he podido hacer fotos, pero dejo un vídeo de youtube que se acerca mucho mucho a lo que viví esa noche:
Así que ya veis, finde en Rio completamente diferente. Acojonante. Me dolía la cara de tanto sonreír, de verdad, sentirte dentro de un evento tan de película es tremendo.
Impresionante.
El domingo reenganché con Cris y sus padres que llegaban también a Rio... así que cambio de apartamento y hasta el lunes noche, de paseíto, cerveceo y buen comer... ¿Qué más se puede pedir?
Como muy bien dice el marqués, estar aquí con cara larga es delito. Un año de vivencias pagadas. Experiencias ganadas.
Dejo aquí unos párrafos de Edu (en Kiev) que me han gustado un montón:
http://edurejon.blogspot.com/2008/09/desolador.html
Las convocatorias del Icex para participar en sus becas aparecen cada año en el mes de junio. Cada uno tiene unos motivos para apuntarse. Hay quien en ese mes, lleva todo un año de trabajo o de estudio, y está quemado de la misma rutina de todos los días, ha escrito “becas icex” en google, y se tira una mañana de improductivo trabajo saltando de blog en blog de gente que aunque sea 5 años mayores que ello parecen 10 años más jóvenes, todos sonrientes, muchos muy morenitos, aunque la entrada del post sea el 4 de febrero, y la mayoría de ellos con un fondo detrás de sus cabezas con una paletas de colores que ni con el photoshop 40.1, ni con medio metro de filtros en la cámara… Hay quien lo ve como una oportunidad increíble para hacer una master gratis y encontrar un buen trabajo y hay quién se sacó un listado de becas y ofertas de trabajo y simplemente se fue donde le dijeron que sí…
Cada uno tiene unas motivaciones. En junio. Seis meses después empiezas un master en Madrid y siete meses y medio después te dicen dónde vivirás los próximos 12 o 15 meses. En ese momento, casi 14 meses después de haberte enrolado, tienes que decidir si te vas o no… muchos no, porque ya han decidido de antemano que se irán aunque los manden a Luanda (un saludo Carlitos, crack!), y en ese momento tus investigaciones googleras se reducen al destino asignado.
De nuevo la cosa suele cambiar mucho según cuales fuesen las motivaciones que e llevaron a apuntarte… ese primer grupo, seducido por las fotos y la idea de hacerse ese erasmus que nunca se pudieron hacer en la universidad… ése, tiene las maletas preparadas desde febrero y lo que más se plantea es si meter la protección solar o comprársela en el destino… hay un segundo grupo, bastante amplio dentro de los becarios Icex, inadaptados como dije cuando os los presenté, que lleva ya varios años dando vueltas por el mundo y que, estén más o menos entusiasmados con su destino, a la hora de partir se plantean, aunque sea inconscientemente, aunque sea obligados por la cantidad de veces que se lo preguntan sus amigos de toda la vida durante el verano (hay que recordar que en el fondo somos una panda de paletos, como dije en el post anterior: los hijos de diplomáticos se sacan la oposición directamente…), si este cuarto, quinto o sexto año de tour mundial no les puede suponer convertirse en un inadaptado eterno…
En tus diferentes ciudades, en tus diferentes experiencias de inadaptado, siempre te encuentras con ese típico personaje, que lleva 20 años viviendo en diferentes sitios y que te cuenta que llega un momento en que vuelves a tu casa y ya no reconoces nada de lo que dejaste allí, que todo ha cambiado, que ya no conoces a la gente, o lo que es peor, la gente no te conoce a ti, y que por tanto sucede que más que, como cuentan los optimistas, convertirte en ciudadano del mundo, te conviertes en un apátrida, ningún sitio es más tu casa que otro, en un perfecto homeless. Que ni siquiera ya en tu propia casa, la de tus padres, encuentras ya un sitio.
Y uno siempre se pregunta en qué momento sucederá eso, si será una evolución, algo que vas asimilando y comprendiendo poco a poco o de lo que te intentas convencer para que la distancia sea más llevadero; o si por el contrario, de repente, en una de tus visitas te sientes así, fuera de lugar en la que en tu cabeza era tu casa hasta ese momento…
2 comentarios:
qué honor!
besos!
Lyta
Aparato de mesa que permite ver en una proyección individual el desarrollo dinámico de un film. Antes era un elemento indispensable para el montaje de películas mudas, ya que permitía la parada o marcha en cualquier momento o a cualquier velocidad, y la captación, por tanto, de errores de impresión difícilmente advertibles en la imagen quieta.
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