Un domingo cualquiera: Hipódromo y O

Ummm. Después de un buen festival de sábado, qué mejor que levantarse con sol y pegarse otro festival de domingo!!! Es lo que tiene esta ciudad, nunca para, nunca duerme... no te deja parar.

Comida en el hipódromo, unas apuestas, cerveceo y copazos. Para qué quieres más!!! De nuevo un equipo dándolo todo. Agotador.

Fin de fiesta en el Odoborogodó. Siempre digo lo mismo. Un éxito asegurado. Así fue de nuevo. La banda que toca los domingos es increíble. Animoso, buen rollo, buenas vibraciones y mucha alegría.

Ohhh!! Y más alegría aún. Mi querido Jamardo casi me ha confirmado que viene de vacaciones a Brasil!!! Ole ole y ole.