Día de teatro y cena después de una semana peculiar.
El miércoles (7marzo), mi querida Cris tenía que sacar de fiesta a unos empresarios jovenzuelos con ganas de festival…. Cómo no, yo la iba a acompañar… pero por suerte o por desgracia ella tenía compromisos, así que me tocó hacer de anfitriona. Poco hay que decir, noche de festival. Día siguiente duro, mucho café, más agua, y aunque en el momento no sabes como, siempre sobrevives al día de curro.
Jueves de evento español de vinos. Es decir, tarde de “trabajo-placer”… a probar todos los vinos del mundo, a disfrutar que son dos días y la mitad noches.
Viernes… por fin un poco de tranquilidad… teatro, cenita, caipirinha y a dormir.
El taxi de vuelta a casa, ha sido tremendo. Taxista charlatán, simpaticón… y resulta que ya me conocía, que ya me había llevado más veces a casa. Y lo curioso es que era de Jardins, y de verdad que prácticamente nunca ando por esa zona. Jo, ciudad de 20 millones de habitantes, grande… difícil, odiosa, amable, pero resulta que paro al azar un taxi… y me conoce. Así es la vida.
sábado, 10 de mayo de 2008
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