"Las sorpresas son la sal de la vida. A veces buenas, otras no tanto, pero nos sacan de la previsible autopista en que pueden convertirse nuestras vidas por culpa de los planes y de las rutinas. Siempre hay desvíos esperados y señalizados, esas encrucijadas que nos llegan a todos tarde o temprano y en las que sabemos que tendremos que decidir aunque no queramos. Pero a veces la vida nos regala la oportunidad de elegir caminos secundarios, escondidos, que no entraban en nuestros planes y aparecen inesperadamente. Otras veces, la mayoría, ni siquiera puedes elegirlos porque de repente, así sin más, el asfalto de nuestra vía sin retorno se convierte en tierra y no hay opciones; tienes que seguir adelante y quizá te maravilles con el descubrimiento de un increíble paisaje, o quizá te quedes atorado en una interminable secuencia de baches de los que te cueste salir. En cualquier caso, al final, cuando sigues la ruta, descubres que lo mejor del viaje ha sido apartarte de ella; y que los planes, como los GPS, casi siempre fallan. Así que ¿por qué no viajar sin mapas? O mejor ¿por qué no viajar sin rumbo?"
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1 comentario:
Me llena de orgullo y satisfacción que me intertextualices ;-P qué ilusión¡¡¡
vivan las pajas mentales y el perejil ;-P¡¡¡¡
Besotes
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